Pensarás, ¿Qué es esto de pásate al lado consciente?
Pues nada más y nada menos que saber qué nos pasa cuando no podemos sostener algo con nuestras hijas e hijos.
Hay muchas veces que para no perder el control, y como no sabemos muy bien qué nos pasa, queremos controlar a nuestras hijas e hijos. Este control lo ejercemos con gritos, castigos, chantajes y demás. Nos sale la parte aprendida, las herramientas que nos han dado y han utilizado con nosotros. Buscamos fuera lo que realmente tenemos dentro. Pero si quieres hacerlo de una forma distinta, que esté acorde con tus valores, tus principios y con lo que tus hijas e hijos necesitan, tengo que decirte, hay otra manera.
No quiero decir que ningún tipo de crianza es mejor que otra, sino que en la crianza consciente sabemos lo que estamos haciendo, tomamos esa consciencia de si utilizamos una amenaza, un grito, un castigo, un premio es porque nosotros lo necesitamos, porque no sabemos hacerlo de otra forma y nos enseña como desde la conexión y el respeto por las personas, podemos tener la relación que queremos con nuestras hijas e hijos.
¿Qué es la crianza consciente?
En la crianza consciente sabemos desde qué lugar hacemos las cosas, sabemos si lo hacemos buscando satisfacer una necesidad nuestra o una necesidad de nuestras hijas o hijos. Sabemos reconocer cuándo nos equivocamos y así se lo decimos a nuestras hijas e hijos. Al reconocer nuestros errores a nuestras hijas e hijos, porque nos sale el automático, no los hacemos culpables de nuestros actos. No ponemos el foco en ellos, lo ponemos en nosotras y nosotros. Porque cuando nosotras y nosotros cambiamos, cambia todo.
Todos los seres humanos necesitamos lo mismo. Necesitamos que nos quieran, que nos acepten tal y como somos, y que, cuando nos equivocamos, podamos ser compasivos con nosotros mismos y aprender de ello.
Normalmente, no somos capaces de dar a nuestras hijas e hijos lo que necesitan de nosotros porque no lo hemos aprendido, porque no lo hemos recibido. Pero desde la crianza consciente, no solo se lo podemos dar a quienes tanto queremos, nos lo podemos dar a nosotros mismos. Es una llamada a la sanación.
Con la crianza consciente podrás acompañar a tus hijas e hijos sabiendo lo que te pasa, lo que necesitas y por ende sabrás lo que ellos necesitan y necesitan de tí. Podrás tener esa relación que cuando te quedaste embarazada pensabas que ibas a tener. Y olvidémonos de sentirnos culpables y de repetirte otra vez más que no puede volver a pasar. Tener la relación que anhelas con tus hijas e hijos es posible.