Una escena muy familiar…

Esta mañana estaba en el parque con mi hijo y he visto una escena que ha parecido muy familiar. Creo que todos en algún momento hemos visto alguna escena en la que hemos entendido muy bien lo que pasaba y cómo se sentía algún actor de la misma.

Os cuento lo que he visto yo : había un niño subido en un columpio llorando desconsoladamente. Su madre estaba al lado muy alterada, dando pasos firmes y con cara de pocos amigos. Por lo que he podido deducir, la madre se quería ir y el niño no quería irse del parque.

La madre a su vez, estaba con su otro hijo y las bicis de ambos. La madre sin saber qué más hacer, del enfado que tenía, tira fuertemente la bici pequeña al suelo. Como si de un trasto se tratase. A lo lejos volvía el padre con el móvil en la mano.

Una escena muy familiar

¿A quién no le ha pasado esto? ¿Quién no ha estado al borde de perder los papeles y no ha tirado algo porque ya no podía más? Y sobre todo, para no hacer daño a nadie. Mejor desfogarse tirando algo contra el suelo.

Y es que en estos momentos no estamos para poder acompañar a nuestros hij@s porque no estamos acompañad@s nosotr@s.

Es importante que busquemos nuestros huecos, que nos dediquemos tiempo a nosotr@s mism@s. Puede ser con cualquier cosa que nos guste, una actividad que nos divierta, un paseo por la naturaleza, leer un libro, meditar o lo que a cada uno le guste y le haga sentirse bien. Porque si no estamos llen@s, llen@s por dentro, con cosas que nos satisfagan, no podemos dar a los demás.

Además, si conseguimos esto, les estaremos enseñando a nuestros hij@s que tod@s somos importantes, que tod@s tenemos necesidades y que para cuidar de los demás, no podemos olvidarnos a nosotr@s mism@s. Una lección que sin duda utilizarán en su día a día.

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